Los niños y niñas de la Edad Media jugaban juntos, pero la diferencia de gustos se marcaba desde temprana edad. Las niñas jugaban con muñecas de trapo e imitando labores domésticas, los niños en cambio jugaban con juguetes de guerra, como espadas, arcos, escudos y figuras que representaban a caballeros.
Muchos de estos juguetes están elaborados en madera de buena calidad y otros materiales pensados en garantizar la seguridad de los niños.
Teniendo en cuenta el carácter belicoso de la sociedad medieval, es fácil suponer que el “juego de la guerra” sería practicado, no sólo como entretenimiento sino también como aprendizaje.
Los juguetes de armería se fabricaban con materiales de baja calidad y no existían profesionales jugueteros especializados en aquel entonces, al contrario de lo que sucede en la época actual con una juguetería medieval muy bien elaborada y con todas las normas de seguridad.
Podemos encontrar una amplia gama de espadas, escudos, ballestas y pistolas de temática medieval , para los más pequeños. Todos los juguetes cumplen con la Norma Europea para seguridad de juguetes. Son una gran opción para jugar, compartir y aprender.
Todos los niños y niñas tienen derecho a jugar con alegría, a entretenerse y divertirse y, a la vez, a ejercitar su cuerpo dándole el movimiento que le es natural.
A los niños de todas las épocas les conviene correr, saltar, brincar con otros niños de su edad para socializar, compartir y aprender valores como el compañerismo, el respeto, al tolerancia y la sana competición.
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