La calota acolchada era una pieza de algodón que protegía la parte superior del cráneo del guerrero medieval, amortiguando los golpes o evitando las rozaduras que se producían con el casco o con la cota de malla.
También eran usadas como parte de la vestimenta medieval para proteger la cabeza de la intemperie o del clima frío.
El gorjal acolchado era otra pieza protectora del guerrero medieval que permitía proteger el cuello y los hombros durante los combates medievales, además de las rozaduras de las cotas de malla y de las armaduras.
Había otras piezas acolchadas como los guantes y musleras que evitaban las rozaduras del acero y que permitían más protección y libertad de movimiento.
El gorjal se utilizó mucho con el almete porque este casco, como la celada de encaje, necesitaba un cuello que lo detuviera y sujetara para dejar libre el movimiento de la cabeza dentro del casco y si debajo se ponía el gorjal acolchada proporcionaba más protección y menos incomodidad al guerrero.
Cuando un gorjal acolchado no era usado como protector interno de las armaduras, solía usarse también como prenda de vestir que ayudaba a calentarse del frío.
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