La copa es un vaso para beber líquido que posee un pie como base. También se llama copa a la cantidad de líquido que cabe en ella (por ejemplo una “copa” de vino).
Desde el Antiguo Egipto, se ofrecían copas de vino a los invitados, que podían tener diversas formas y materiales, desde el sencillo cuenco hasta sofisticadas copas de cristal, cerámica, bronce, latón e incluso plata. Los menos pudientes utilizaban copas de barro. Era normal ofrecer copas de vino al comienzo de las celebraciones o banquetes y se bebía también durante la comida.
Romanos y fenicios usaban una única copa para toda la familia, que se colocaba en mitad de la mesa para uso de todos. Debido a su alto precio, solo las familias ricas podían permitirse una, normalmente de lujo y muy pesada.
En el Renacimiento aparecieron diseños espectaculares con nuevos materiales; y a partir del siglo XVIII el vidrio fue dejando su sitio al cristal, más brillante y maleable.
La jarra es un recipiente o vasija de cuello y boca anchos y una o más asas destacadas, con una altura inferior a 35 cm. Tradicionalmente de barro o loza, las jarras pueden estar elaboradas en diferentes materiales y elegantes diseños (cerámica, vidrio, metal, plástico, etc). Como servicio de mesa han evolucionado de lo útil a lo ornamental.
En Europa, culturas asociadas a la cerveza, han desarrollado modelos clásicos de jarra de cerámica de un solo asa y volúmenes variables llegando hasta un litro. La originalidad de sus diseños las ha convertido en objeto de coleccionista y en algunos entornos geográficos estas piezas han alcanzado valor de materiales de museo.
En España, se conoce al chupito como una pequeña cantidad de licor o aguardiente que se sirve en vaso muy pequeño de cristal y se suele tomar después de comer como digestivo, “un chupito de licor de manzana; un chupito de brandy”. Es muy conocido y apetecido el chupito de limoncello, de origen italiano, después de las comidas.
Se ingiere en uno o dos tragos. Es habitual en las costumbres españolas ser servidos en los postres (tras el almuerzo), tras la comida y en algunos casos son cortesía de los hosteleros. El contenido líquido suele tener una alta graduación alcohólica y, a veces, requieren de cierto ritual a la hora de tomarlos. También hay chupitos con un bajo contenido alcohólico.