El gorro renacentista es redondo y se usa para cubrir, abrigar o adornar la cabeza. Al inicio de la Edad Media, los pueblos germánicos implantaron un traje sencillo del cual formaba parte un gorro o morterete que en España trajeron los visigodos.
En el siglo XIV, en España se usaba el gorro llamado cervoj que era flojo y enfundado y se llevaba echado hacia delante o hacia un lado. También se llevaba una especie de sombrero redondo de tela a modo de boina vasca.
El sombrero, en todas las épocas, se ha convertido en símbolo indiscutible de clase y diferenciación. Es una prenda muy antigua: egipcios, griegos y romanos ya utilizaron, desde gorros puntiagudos, velos y coronas, hasta tocados y pelucas para lucir en cualquier ocasión.
Pero es durante el Renacimiento, en el siglo XVI, cuando los sombreros adquieren un absoluto esplendor, ya que siguen tendencias de años anteriores y adquieren una complejidad espectacular.
Este complemento era utilizado tanto por hombres como mujeres para diferenciar su estatus social y dejar claro a qué clase pertenecían. En la actualidad, el sombrero sigue siendo tendencia y moda.