La greba es una pieza de la armadura antigua que cubría la pierna desde la rodilla hasta la base del pie. Es de origen griego y se usó por etruscos, espartanos, romanos, vikingos y también en la época medieval.
Se dice que los guerreros asiáticos usaban una bota de cuero que cubría desde el tobillo hasta por encima de la rodilla. En la época antigua se usaban grebas de metal flexible y se sujetaban a los tobillos mediante unas tiras de cuero o una hebillas.
Los etruscos debieron copiar de los griegos la greba de bronce sin adorno, pero simulando la musculatura de la pierna. Las grebas romanas solían ser de bronce y también de cuero.
En el Imperio romano, las grebas de metal tienden a desaparecer por completo y son sustituidas por una media de cuero o de lana que subía hasta la pantorrilla.
La greba de los gladiadores romanos se llevaban en una sola pierna, la derecha o la izquierda, y hay algún raro ejemplo de llevarlas en las dos. La greba del gladiador era más grande que la de los soldados romanos.
Cubría casi hasta medio muslo y se sujetaba al tobillo y la pierna por debajo de la pantorrilla con correas que se pasaban por unas anillas que había en sus bordes. La greba vikinga estaba generalmente compuesta por tiras de cuero o de metal y se ajustaban mediante hebillas.
El siglo XIII es la época en que los guerreros se preocuparon de dar más solidez y garantía de defensa a las armaduras y así, nada más haber inventado las grebas, se pensó en añadir una pieza intermedia entre ella y la rodillera articulada. Se comprende que a los hombres de armas acostumbrados a la malla les costara trabajo someterse a la rigidez de las placas de hierro unidas a dicha vestidura.
A finales del siglo XV y comienzos del XVI, los hombres de armas llevaban unas grebas de dos piezas de las que solamente la posterior cubría por completo el talón, uniéndose la anterior al zapato de hierro o escarpe de pico de pato compuesto de láminas articuladas. Estas dos piezas se abrían por medio de resortes y se cerraban con botones por la parte interior de la pierna. Las grebas, como las demás piezas de la armadura, fueron objeto de los preciosos embellecimientos que tan costosas hicieron las armaduras en el siglo XVI.