La finalidad del guante es proteger las manos. Durante la Edad Media, la armadura de los hidalgos incluía manoplas de acero. En esa época la tradición y la etiqueta no permitían el uso de guantes en las damas. También fueron un símbolo de la investidura feudal, un testimonio de ennoblecimiento otorgado por un emperador o por un rey.
En algunos textos del siglo XII, como el Cantar de Roldán, el guante desempeño un papel importante, ya que entregar un guante a un hombre era lo mismo que confiarle una misión. En la Edad Media no se permitía que una persona tuviera sus manos enguantadas en presencia de un superior.
El uso del guante alcanzó su apogeo a fines de la Edad Media. El guante de cota de malla tenía anillos de metal unidos entre sí para formar una malla.