Una runa es el nombre de cada uno de los signos del alfabeto vikingo. En los alfabetos latino y griego se habla de letras para formar las palabras, mientras que en la simbología rúnica las palabras se forman utilizando las runas, como sucedía en los pueblos celtas y vikingos.

El origen mitológico de las runas es del dios Odín. Las runas no sólo eran usadas como sistema de escritura y de calendario. También se utilizaban con fines mágicos y adivinatorios. Lo más conocido hoy es la Tirada de las Runas. «Tirar las Runas grabadas en pequeñas piezas de madera, piedra o metal» para interpretar el Pasado, Presente y Futuro, el Amor, Dinero y Trabajo.

Las runas vikingas datan del año 150 de la era cristiana que se utilizaban para escribir y para realizar ciertos ritos mágicos vinculados con la adivinación:

Fehu: Riqueza
Uruz: Agua
Thurisaz: Gigante
Ansuz: Dioses
Raido: Viaje
Kaunan: Enfermedad
Gebo: Regalo
Wunjo: Alegría
Haglaz: Granizo
Naudiz: Necesidad o precariedad
Isaz: Hielo
Jeran: Cosecha
Ihaz: Árbol tejo
Pertho: Árbol peral (significado incierto)
Algiz: Alce
Sowilo: Sol
Tiwaz: Dios Tyr
Berkanan: Árbol abedul
Ehwaz: Caballo
Mannaz: Ser humano (significado incierto)
Laguz: Catarata u océano
Ingwaz: Héroe
Othalan: Riqueza o prosperidad
Dagaz: Día

Según la tradición vikinga, para la adivinación, se podía formular una pregunta y lanzando las piezas que contenían cada una de las runas dibujadas, se podía saber qué deparaba el futuro. Esto se sabía dependiendo de la posición en la que cayesen y de la relación que guardasen entre las diferentes piezas.

Si, por ejemplo, preguntásemos por una posible oferta de trabajo y la runa obtenida fuera Othalan, que significa riqueza y prosperidad, esto nos haría pensar que las runas pronostican buen augurio. Si, por el contrario, la runa obtenida fuera Naudiz, que significa necesidad o precariedad, el augurio sería justamente el contrario.

Por otro lado, los métodos de adivinación de las runas vikingas podrían tomar formas más complejas. Esto se haría, principalmente, combinando dos o más runas. Por ejemplo, para ello, en lugar de tomar solo una runa de la bolsa después de formular la pregunta, se podría tomar un puñado aleatorio y depositar las runas sobre una superficie lisa. Según la forma en la que las runas cayesen, se podría llegar a la conclusión de un augurio más concreto y mejor definido.