El duro invierno en la Edad Media sería muy difícil, ya que no se disponía de los medios actuales. La gente calentaba las casas con leña, carbón, turba, paja y los más pobres con estiércol, que aunque ardía bien daba muy mal olor. Con madera se encendía la chimenea, que se inventó en Italia en el siglo XII y también se usaban las estufas de carbón o leña y ahí mismo dormían.
Quienes se lo podían permitir tenían calienta-camas de cobre que rellenaban con brasas y metían entre las mantas antes de acostarse. Entre los campesinos, era muy habitual dormir en la misma estancia con los animales, para compartir el calor.
Otra manera de calentarse el cuerpo, aparte de las capas, era usando prendas de vestir extras que ponían bajo sus ropas a modo de mangas o calcetines enroscados.
Las mangas eran sueltas y cubrían el brazo; estaban fabricadas en lana de animales como la oveja o en pieles de conejos u otros animales, lo mismo que los calcetines enroscados, que eran prendas largas para enroscar en la media pierna o en la pierna completa. Estas prendas te ayudarán a complementar tu ropa medieval, cuando tengas que ponértela en épocas más frías de las fiestas y festejos medievales.