Los escudos se han desarrollado para proteger a los caballeros y soldados de los golpes directos, pero al mismo tiempo, se utilizaban como armas. En sus prácticas, a los luchadores se les exigía manejar tanto las espadas o las armas que les correspondía, como el escudo, para aumentar las habilidades, la fuerza y agilidad en el combate.
En la mayoría de las ocasiones el escudo estaba decorado con símbolos (emblema de su familia, de la orden a la que pertenecía o de su rey), para reconocer al caballero, puesto que en los torneos y en los enfrentamientos, su armadura incluía una visera que le cubría el rostro; el reconocimiento rápido en el campo de batalla era fundamental y los colores predominantes eran el amarillo, rojo, blanco, negro y azul y, en general, se presentaban en tres formas diferentes: triangular, redondo u ovalado.
Escudo con el Símbolo de Toledo
Altura: 29 cms.
Ancho: 21,5 cms.
Lugar de fabricación: Toledo (España)
Material: Madera
La confección del escudo medieval se realizaba con materiales de acuerdo con el estilo de combate y las armas usadas por el propietario, factores esenciales para determinar el peso y el diseño del mismo. Los más populares eran la madera, el metal y las pieles de animales.
Las miniaturas de escudos están destinadas a ser utilizadas como piezas de decoración con la ventaja de que no son artículos que se vean de forma habitual como las fotografías o los cuadros, además, ayudan a crear una apariencia inédita, atraen las miradas y pueden ser interesantes temas de conversación. Los escudos hablan de la historia de los caballeros, de sus armas y sus guerras, de sus leyes y costumbres en la lucha. Uno de los símbolos más conocidos es el de los templarios.
Escudo Símbolo Templarios
Altura: 29 cms.
Ancho: 21,5 cms.
Lugar de fabricación: Toledo (España)
Material: Madera
Con tan solo ver la cruz de los templarios y a los dos caballeros montados sobre una cabalgadura, ya sabemos quienes eran, la vida que llevaron, como luchaban y qué defendían. Para entrar en la orden, los hombres debían escuchar, conocer y aceptar las reglas; había una ceremonia de iniciación en la que los aspirantes vestían una túnica blanca y El Maestre enviaba a dos caballeros para preguntarles: su nombre, porque desean entrar en La Orden, si conocen las reglas y si están dispuestos a entrar en La Orden. Seguidamente, los candidatos afirmaban que entendían las durezas de la Orden y que deseaban ser esclavos y ciervos de ella.
Esta orden es una de las más conocida de todas que existieron, tanto por la valentía de sus caballeros, como por el espíritu innovador de sus miembros; apostaban por la educación y la investigación y toleraban otras religiones, razón por la que el Papa Clemente decidió en 1312 que el fin de los templarios había llegado.
A través de las miniaturas podemos expresar el gusto por la historia, sobre todo por la época medieval, que es la que más datos nos ha dejado en materia de cultura, gente, política, etc. Como objetos de decoración encajan perfectamente en cuartos o bodegas, imprescindibles para obtener el toque medieval; para completar la decoración, se pueden añadir distintas colecciones de cascos medievales, personajes históricos, miniaturas de guerreros o de espadas.