El incienso es una preparación de resinas aromáticas vegetales, a las que a menudo se añaden aceites esenciales de origen animal o vegetal, de forma que al arder desprenda un humo fragante con fines religiosos, terapéuticos o estéticos. El incensario o quemador de incienso, es un recipiente de uso ceremonial y litúrgico desde la Alta Edad Media.
Este precioso incensario o quemador de incienso, fabricado en latón, era muy común en la Edad Media para hacer arder el incienso ya que se consideraba sagrado y a veces se utilizaba también como medicina. Por lo que no puede faltar como complemento de tu traje de monje o de médico medieval. Actualmente se sigue usando en la liturgia eclesiástica.
El incienso fue usado por hebreos, romanos, árabes, persas, griegos desde tiempos inmemoriales. Estos inciensos son una buena manera de trasladarte mediante el olor a la época del medievo.
Los tres regalos con los que obsequiaron los Reyes Magos al Niño Jesús no fueron elegidos por casualidad: por su parte, la simbología del incienso es muy clara pues hace referencia al carácter divino de Cristo, ya que en la religión judía y en las paganas, el incienso se quemaba delante de los dioses, muchas veces como sacrificio y, de hecho, las iglesias católica y ortodoxa lo siguen empleando en su liturgia.