En cuentos, fábulas, leyendas, películas de magos, hadas y druidas aparecen varitas mágicas con poderes maravillosos, elaboradas en maderas especiales, que se usaban para la adivinación, el encantamiento, alquimia, astrología, magia, hechizos, con objetivos nobles o perversos.

Estos magos, brujos, hechiceros, druidas y hadas casi siempre los muestran rodeados de muchos libros secretos con las instrucciones de los encantamientos y las fórmulas e ingredientes para elaborar las pócimas mágicas.

Para ello tenían que cortar raíces, recoger hierbas, preparar venenos, filtros de amor, amuletos, etc.

También para hacer rituales de brujería para transformar cosas, personas y animales en otros seres.

Las pócimas y elixires con fórmulas secretas se hacían para preparar diferentes tipos de bebidas o brebajes para alterar la conciencia, para meditaciones, para generar algún tipo de hechizo, para sanar o envenenar.

Se desarrolló así el conocimiento herbolario de sustancias vegetales, que más tarde daría lugar al desarrollo de la alquimia, la química y la industria farmacéutica.