El misterio del abrigo pirata: desvelando la verdadera moda en alta mar

Cuando pensamos en piratas, a menudo nos viene a la mente una imagen romántica y llena de color, inspirada en películas y novelas. Pero, ¿cómo vestían realmente estos enigmáticos marineros de los siglos XVII y XVIII, especialmente cuando hablamos de sus icónicos abrigos? La realidad, como suele ocurrir, es mucho más fascinante y práctica que la ficción. Aquí te desvelamos qué había detrás de la vestimenta de los lobos de mar.

Piratas vs. Corsarios: una distinción crucial en el vestuario

Antes de sumergirnos en los detalles de la indumentaria, es fundamental entender una diferencia clave: la que existía entre piratas y corsarios. Aunque a menudo se confunden, su estatus legal era distinto y esto influía directamente en su vestimenta. Un abrigo, una prenda que nos defiende del frío y las inclemencias, también conocido como sobretodo, que llega por debajo de las caderas y se abrocha al frente con botones o con cinturón, era un elemento que marcaba esta distinción.

Corsarios: Vestimenta de marineros con respaldo oficial

Los corsarios actuaban con el permiso explícito de un gobierno, con una «patente de corso» que les autorizaba a atacar y saquear barcos enemigos de la Corona. Su vestimenta era similar a la de los marineros comunes de la época, pero con toques distintivos que reflejaban su respaldo oficial. Solían usar camisas de lino o algodón holgadas, pantalones amplios hasta la rodilla y botas altas de cuero. Un chaleco o chaqueta de cuero era común para protegerse del clima y los combates. Los capitanes y oficiales corsarios, además, podían permitirse una elegancia mayor, con prendas de mejor calidad y, por supuesto, abrigos más sofisticados.

Piratas: Un estilo sin regulaciones y a base de botín

Por otro lado, los piratas eran criminales que operaban al margen de la ley, sin ningún tipo de permiso oficial. Su estilo de vestimenta no tenía regulaciones y podía variar enormemente. A menudo, vestían ropas cómodas y ligeras adecuadas para el trabajo en el barco y el clima cálido, como camisas y pantalones holgados. Una práctica común era reemplazar sus ropas desgastadas con aquellas que robaban a sus víctimas, incluyendo prendas de nobleza o personajes adinerados. Esto significaba que, tras un asalto exitoso, no era raro ver a una tripulación pirata luciendo joyas, sedas y sombreros vistosos. Por esta razón, el abrigo pirata que se imaginaba no era más que parte del botín que obtenían en sus abordajes.

El Justaucorps: El verdadero «abrigo pirata»

El famoso «abrigo pirata« que a menudo imaginamos tiene sus raíces en una prenda del siglo XVII conocida como Justaucorps. Este tipo de abrigo, que inicialmente era parte de los uniformes militares en varias naciones europeas, evolucionó hasta convertirse en una prenda de moda para la gente común. Piratas, mosqueteros y otros personajes de la época también lo adoptaron. Se especula que muchos piratas simplemente robaban estos abrigos de ricos mercaderes y los integraban en su propio vestuario, convirtiéndolos en un símbolo de su éxito.

Un Justaucorps típico estaba confeccionado con algodón resistente y forrado por dentro. Se caracterizaba por tener una parte superior ajustada y una parte inferior acampanada. Los botones de latón adornaban las mangas, el pecho y los bolsillos, y a menudo presentaba franjas horizontales y verticales de colores. El abrigo pirata de la ficción se inspira directamente en esta prenda, pero la realidad es que su uso en alta mar era más por necesidad que por lujo, con el fin de protegerse del frío y el viento.

Materiales y colores: de la funcionalidad a la ostentación

La vida en un barco pirata era ardua y exigía una vestimenta resistente y funcional. Los materiales más comunes para un abrigo pirata eran el lino y la lana, elegidos por su durabilidad y capacidad para proteger del frío y la humedad. Entre las lanas preferidas estaban el velarte, el kersey (ideal para el frío y la humedad), y la tela galesa. También se usaba un tipo de lana barata llamada «algodón» por su superficie peluda. En cuanto a los colores, predominaban los azules, marrones, verdes oscuros, blancos y grises. La mayoría de la ropa era sencilla, aunque podían incorporar patrones a rayas o cuadros. A veces, se añadían toques más brillantes como el escarlata o el amarillo, presentes en pañuelos de seda o fajines.

Prendas clave: Más allá del abrigo pirata

Además de los abrigos, la vestimenta pirata incluía otras prendas esenciales para la vida en el mar.

• Chaquetas y Camisas: Los marineros comunes llevaban chaquetas cortas, conocidas como «Fearnoughts» (Sin Temores), hechas de lana pesada o fustán, que proporcionaban calor sin obstaculizar la agilidad, esenciales para trepar por los mástiles. Debajo, usaban camisas de lino sin cuello que se ponían por la cabeza. También eran comunes los chalecos, con o sin mangas, en colores lisos, a rayas o a cuadros.
• Pantalones: Los pantalones solían ser holgados y de corte acampanado, lo que permitía enrollarlos fácilmente para limpiar cubiertas, escalar aparejos o caminar en aguas poco profundas. También existían los «petticoat breeches», pantalones cortos y voluminosos que se ataban a la altura de las rodillas, a menudo con bolsillos de cuero.
• Calzado: Contrario a la imagen popular de botas de mosquetero, los piratas usaban zapatos más prácticos: planos o con un pequeño tacón, cerrados generalmente con una hebilla. Estos protegían los pies en combate, evitando heridas por astillas o metal.

Accesorios y mitos: La realidad tras la leyenda

La ficción ha popularizado ciertos accesorios que, aunque icónicos, distan mucho de la realidad:

• Sombreros: Aunque los tricornios eran populares en tierra, no eran prácticos en un barco. Su ala ancha obstruiría la visión y el viento los arrastraría fácilmente. Los marineros preferían gorros ajustados de lana o cuero para el frío, o sombreros de lona alquitranada para la lluvia.
• Parches en el ojo y garfios: Estos elementos, tan arraigados en el imaginario pirata, eran excepciones más que la regla. Si bien la pérdida de un ojo o una extremidad podía ocurrir en combate, tales heridas dificultaban la vida en el mar y solían significar el fin de la carrera pirata.
• Otros accesorios: Los piratas sí utilizaban fajines o bandas de seda cruzadas al pecho para guardar armas pequeñas como pistolas, cuchillos e incluso granadas de mano. En climas fríos, usaban guantes o mitones.

La excentricidad en tierra firme: El abrigo pirata como símbolo de riqueza

Si bien la ropa diaria en el mar era práctica, los piratas reservaban su vestuario más lujoso y extravagante para cuando desembarcaban en sus refugios o ciudades portuarias. Esta era su oportunidad para alardear de su riqueza y éxito. Existen registros de piratas que, incluso antes de su ejecución, se vestían con abrigos sofisticados, chaquetas de terciopelo, pantalones de tafetán, camisas de seda de colores vibrantes, medias adornadas y sombreros tricornio de fieltro, combinando esta opulencia con sus pistolas y alfanjes a la cadera.

En resumen, la moda pirata era una mezcla de pragmatismo en alta mar y opulencia descarada en tierra, reflejando tanto las duras realidades de su vida como su deseo de exhibir su recién adquirida fortuna. Es esta dualidad la que hace que el abrigo pirata sea una prenda tan fascinante y llena de historia, un símbolo de poder y aventura que aún hoy podemos recrear.

Consigue tu propio abrigo pirata y vive la aventura

Ahora que conoces la fascinante historia de la moda pirata y sus abrigos, ¿te atreves a revivirla? En nuestra tienda, te ofrecemos una amplia selección de abrigos y prendas de época que capturan la esencia de aquellos audaces navegantes. Desde elegantes Justaucorps hasta funcionales chalecos de cuero, tenemos todo lo que necesitas para tu próxima aventura o para complementar tu disfraz.

Explora nuestra colección de ropa de época y navega hacia un estilo único que fusiona historia y elegancia.