¿Alguna vez te has preguntado cómo la cabeza de un noble o un campesino en la Edad Media revelaba su mundo entero? Más allá de la simple protección contra el sol o el frío, los sombreros medievales eran un lienzo de estatus social, profesión y las intrincadas modas de la época. Para el recreador histórico, comprender esta diversidad es la clave para transportarse de lleno a un pasado vibrante. En este artículo, desvelaremos los misterios de los tocados medievales, explorando sus orígenes, evolución y el simbolismo que los convertía en auténticas declaraciones de identidad.
Tabla de contenidos
- Gorros, sombreros y tocados: evolución en la Edad Media
- La Cabeza Descubierta, ¿Un Desacato Medieval? El Significado de los Tocados
- Los Materiales que Daban Vida a los Tocados Medievales
- Recreando la Historia: Consejos para Elegir tu Tocado Medieval
- Despejando incógnitas sobre los sombreros en la Edad Media
Gorros, sombreros y tocados: evolución en la Edad Media
La cubierta de la cabeza fue un requisito social y funcional constante en la Edad Media para ambos sexos. La siguiente cronología recoge, de forma sintetizada y por periodos, la aparición y transformación de gorros, sombreros y sus predecesores (tocas, bonetes, caperuzas, etc.) según las fuentes disponibles.
| Época | Evento |
|---|---|
| Alta Edad Media (Siglos V–XI) | |
| Periodo Merovingio (481–752) | No hay constancia de un tocado masculino específico. Las mujeres casadas recogían el cabello en moño y las solteras lo llevaban suelto; posiblemente usaban horquillas. |
| Periodo Carolingio (752–987) | Hombres: el sayo terminó por incorporar una capucha. Mujeres: aparecen tocados con hilos de perlas o pedrería; el velo se consolida como elemento esencial de decoro. |
| Plena y Baja Edad Media (Siglos XII–XV) | |
| Tocados masculinos | |
| Siglo XIII | – La cofia (tela fina para recoger el cabello) se adopta como prenda civil y ornamental; se usa sola o bajo otros tocados. – El bonete/capiello (tocado rígido o semirrígido) es uso de clases privilegiadas; su término abarca varios tipos. Se inspira en yelmos cilíndricos de principios del s. XIII. – El capiello de tipo boina (ajustado o holgado) aparece y lo llevan clérigos, médicos y órdenes militares. – Surgen también la cale (cofia ajustada), el casquete (gorro semiesférico) y los birretes (gorros flexibles). – Los sombreros (con ala) son poco habituales entre la alta nobleza. |
| Finales siglo XII – siglo XIV | – La caperuza (hood) se convierte en accesorio característico para cubrir la cabeza. – A finales del s. XII el capuchón se separa de la prenda y se lleva como accesorio independiente con corta esclavina. – En el s. XIV se añade a la punta una banda larga llamada cornette o coquille que cuelga. – Hacia finales del s. XIV surge el gabán que puede incorporar capuchón. |
| Siglo XV | – Evolución de la caperuza: a veces enrollada sobre la abertura de la visagière; la cornette se enrolla formando turbante. – La caperuza formada deviene en un auténtico sombrero (con ala). – Aparece el bourrelet (rodete) y, hacia 1460, los cramignolles (tocados con bordes recortados). – Durante todo el s. XV se popularizan los sombreros de fieltro y castor con múltiples formas (picos, copas redondas o abombadas, conos invertidos) y diversos tipos de ala. |
| Tocados femeninos | |
| Siglos XII–XIII (Reinos hispanos) | – Imperativo social de llevar la cabeza cubierta (capite velata). – Las tocas (velos sencillos) son comunes; la voz «toca» se difunde por Europa. – El almízar (especie de turbante con barboquejo), posiblemente por influencia andalusí, es usado por la nobleza. – Los sombreros femeninos no aparecen hasta la segunda mitad del s. XIII y se reservan a viajes o actividades exteriores. – La crespina (redequilla de cabellos) se utiliza desde la Edad Media y en el inicio del Renacimiento. |
| Segunda mitad del s. XIV – principios del s. XVI | – Surge el tocado corniforme (en forma de cuerno) en el norte peninsular; las representaciones más antiguas se datan en la Meseta norte (Monasterio de Santo Domingo de Silos, ca. 1384–1388). – Se extiende en los siglos XV y comienzos del XVI por una amplia zona entre Galicia y Aragón. – Aparecen los hennin borgoñones y variantes extremas (tocados puntiagudos tipo campanario) alrededor de 1440, que pueden alcanzar hasta 1,2 m en algunos casos. – En el s. XV los tocados femeninos se convierten en complejas estructuras técnicas: altos, cónicos, con velos y redes. |
| Transición Edad Media → Edad Moderna (Finales s. XV – principios s. XVI) | |
| Finales del siglo XV | Existencia del gremio de boneteros, diferenciado claramente de los sombrereros y de los toqueros (fabricantes de tocas/velos). |
| Transito s. XV–XVI (c. 1500) | Nace la gorra: tocado blando, flexible, redondeado y aplanado, con vuelta doblada; comienza a imponerse en la indumentaria civil. |
| Principios s. XVI (ca. 1500–1525) | El bonete todavía se usa en ámbitos cortesanos, pero empieza a ser sustituido por la gorra y el sombrero en la moda civil. |
| Primer cuarto s. XVI | Los tocados corniformes siguen representándose en zonas como Ezcaray y Mondoñedo. |
| Después de 1531 | La gorra y el sombrero (este con ala) se consolidan como principal complemento de cabeza masculino en la esfera civil, sustituyendo al bonete; la gorra tiende a reducir su tamaño. |
| Segundo cuarto s. XVI en adelante | El bonete queda reservado a ámbitos específicos (ecclesiásticos, estudiantes, bachilleres, doctores) y pierde su uso generalizado. |
| Distinción fundamental (nota resumida) | |
| Gorro vs. Sombrero / Bonete | – Un gorro es prenda blanda, sin ala ni visera. – Un sombrero se define por tener un ala alrededor de la copa; en el s. XV aparecen caperuzas ya convertidas en sombrero y se popularizan sombreros de fieltro y castor con ala. – El bonete (capiello) es tradicionalmente un gorro rígido o semirrígido de herencia medieval; con el tiempo queda circunscrito a usos eclesiásticos y académicos. |
- Alta Edad Media (Siglos V–XI)
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- Periodo Merovingio (481–752): No hay constancia de un tocado masculino específico. Las mujeres casadas recogían el cabello en moño y solteras lo llevaban suelto, usando posiblemente horquillas.
- Periodo Carolingio (752–987): Hombres: el sayo terminó por incorporar una capucha. Mujeres: aparecen tocados con hilos de perlas o pedrería; el velo se consolida como elemento esencial de decoro.
- Plena y Baja Edad Media (Siglos XII–XV)
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- Tocados Masculinos (Siglo XIII):
– La cofia (tela fina para recoger el cabello) se adopta como prenda civil y ornamental; se usa sola o bajo otros tocados.
– El bonete/capiello (tocado rígido o semirrígido) es uso de clases privilegiadas; su término abarca varios tipos. Se inspira en yelmos cilíndricos de principios del s. XIII.
– El capiello de tipo boina (ajustado o holgado) aparece y lo llevan clérigos, médicos y órdenes militares.
– Surgen también la cale (cofia ajustada), el casquete (gorro semiesférico) y los birretes (gorros flexibles).
– Los sombreros (con ala) son poco habituales entre la alta nobleza. - Tocados Masculinos (Finales siglo XII – siglo XIV):
– La caperuza (hood) se convierte en accesorio característico para cubrir la cabeza.
– A finales del s. XII el capuchón se separa de la prenda y se lleva como accesorio independiente con corta esclavina.
– En el s. XIV se añade a la punta una banda larga llamada cornette o coquille que cuelga.
– Hacia finales del s. XIV surge el gabán que puede incorporar capuchón. - Tocados Masculinos (Siglo XV):
– Evolución de la caperuza: a veces enrollada sobre la abertura de la visagière; la cornette se enrolla formando turbante.
– La caperuza formada deviene en un auténtico sombrero (con ala).
– Aparece el bourrelet (rodete) y, hacia 1460, los cramignolles (tocados con bordes recortados).
– Durante todo el s. XV se popularizan los sombreros de fieltro y castor con múltiples formas (picos, copas redondas o abombadas, conos invertidos) y diversos tipos de ala. - Tocados Femeninos (Siglos XII–XIII, Reinos hispanos):
– Imperativo social de llevar la cabeza cubierta (capite velata).
– Las tocas (velos sencillos) son comunes; la voz «toca» se difunde por Europa.
– El almízar (especie de turbante con barboquejo), posiblemente por influencia andalusí, es usado por la nobleza.
– Los sombreros femeninos no aparecen hasta la segunda mitad del s. XIII y se reservan a viajes o actividades exteriores.
– La crespina (redequilla de cabellos) se utiliza desde la Edad Media y en el inicio del Renacimiento. - Tocados Femeninos (Segunda mitad del s. XIV – principios del s. XVI):
– Surge el tocado corniforme (en forma de cuerno) en el norte peninsular; las representaciones más antiguas se datan en la Meseta norte (Monasterio de Santo Domingo de Silos, ca. 1384–1388).
– Se extiende en los siglos XV y comienzos del XVI por una amplia zona entre Galicia y Aragón.
– Aparecen los hennin borgoñones y variantes extremas (tocados puntiagudos tipo campanario) alrededor de 1440, que pueden alcanzar hasta 1,2 m en algunos casos.
– En el s. XV los tocados femeninos se convierten en complejas estructuras técnicas: altos, cónicos, con velos y redes.
- Tocados Masculinos (Siglo XIII):
- Transición Edad Media → Edad Moderna (Finales s. XV – principios s. XVI)
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- Finales del siglo XV: Existencia del gremio de boneteros, diferenciado claramente de los sombrereros y de los toqueros (fabricantes de tocas/velos).
- Transito s. XV–XVI (c. 1500): Nace la gorra: tocado blando, flexible, redondeado y aplanado, con vuelta doblada; comienza a imponerse en la indumentaria civil.
- Principios s. XVI (ca. 1500–1525): El bonete todavía se usa en ámbitos cortesanos, pero empieza a ser sustituido por la gorra y el sombrero en la moda civil.
- Primer cuarto s. XVI: Los tocados corniformes siguen representándose en zonas como Ezcaray y Mondoñedo.
- Después de 1531: La gorra y el sombrero (este con ala) se consolidan como principal complemento de cabeza masculino en la esfera civil, sustituyendo al bonete; la gorra tiende a reducir su tamaño.
- Segundo cuarto s. XVI en adelante: El bonete queda reservado a ámbitos específicos (eclesiásticos, estudiantes, bachilleres, doctores) y pierde su uso generalizado.
- Distinción fundamental (nota resumida)
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- Gorro vs. Sombrero / Bonete:
– Un gorro es prenda blanda, sin ala ni visera.
– Un sombrero se define por tener un ala alrededor de la copa; en el s. XV aparecen caperuzas ya convertidas en sombrero y se popularizan sombreros de fieltro y castor con ala.
– El bonete (capiello) es tradicionalmente un gorro rígido o semirrígido de herencia medieval; con el tiempo queda circunscrito a usos eclesiásticos y académicos.
- Gorro vs. Sombrero / Bonete:
La Cabeza Descubierta, ¿Un Desacato Medieval? El Significado de los Tocados
La vestimenta para la cabeza, o tocado, era un elemento esencial del atuendo tanto masculino como femenino en la Edad Media, independientemente de la condición social. Lejos de ser meros adornos, los tocados funcionaban como claros indicadores del estatus social, la profesión y, en el caso de las mujeres, incluso el estado civil. Su variedad de formas y nombres, especialmente en el mundo masculino, era inmensa y cada detalle contaba una historia. Desde las modestas tocas campesinas hasta los elaborados hennines de la nobleza, cada pieza sobre la cabeza dictaba un lugar en la compleja jerarquía medieval, convirtiendo la recreación histórica en un arte de precisión.
Tocados Masculinos: Entre la Funcionalidad y la Distinción
Los hombres medievales contaron con un amplio repertorio de tocados que, en principio, se dividían en categorías como bonetes, sombreros, rollos y capirotes. Cada uno tenía un propósito y un simbolismo específicos.
El Bonete y el Capiello: De los Yelmos Militares al Símbolo del Saber
El bonete, conocido en la Edad Media como capiello, es un nombre que se remonta al pileus romano. Su inspiración proviene del mundo militar, específicamente de los yelmos cilíndricos del siglo XIII. Aunque fue llevado por las clases privilegiadas y la realeza, su legado perduró, siendo adoptado en el siglo XVI por letrados y «gentes de ropa larga», quienes lo conservaron cuando la moda ya había avanzado. Dentro de esta categoría encontramos:
- La carmeñola: un casquete sencillo y ajustado a la cabeza, con una copa redondeada.
- Las galotas y cofias: similares a las carmeñolas, pero con dos prolongaciones que cubrían las orejas, a veces con cintas para atar bajo la barbilla. Se usaban para recoger el cabello, dar calor o incluso como gorros de dormir.
- Formas troncocónicas o cilíndricas: con la punta más o menos marcada según el período.
El Capirote y el Gugel: Capuchas que Ascendieron y se Transformaron
El capirote, un tocado de herencia medieval, combinaba capucha y cuello en una sola prenda. Al igual que el bonete, fue conservado por los letrados en el siglo XVI y, sorprendentemente, también fue usado por mujeres durante un breve período en la Baja Edad Media. El gugel, popular en Alemania desde la Alta Edad Media, comenzó como una sencilla capucha que cubría los hombros. Sin embargo, su evolución lo llevó a la nobleza a partir del siglo XIV, con su punta alargándose considerablemente. Estos modelos solían fabricarse con lana.
El Sombrero Masculino: Una Pieza de Ala que Ganó Terreno
Aunque los sombreros de ala no eran habituales entre la alta nobleza, el «capiello tipo boina», con su rabito central o efecto «fuelle», fue usado por clérigos, médicos y órdenes militares. Los sombreros de ala, confeccionados con materiales vegetales o fieltro de lana, con copa cuadrada o semiesférica y alas de amplitud variable, se sujetaban a menudo con un cordón.
Tocados Femeninos: Belleza, Estatus y las Imponentes Estructuras de la Baja Edad Media
Para las mujeres, la cobertura de la cabeza era una obligación social, lo que dio lugar a una asombrosa diversidad de tocados, especialmente a partir de la Baja Edad Media.
Las Tocas y Velos: Elegancia Sencilla y el Eco Andalusí
La toca, un vocablo hispano que se extendió por Europa, consistía en un paño rectangular o semicircular que cubría la cabeza y caía sobre los hombros. Podía llevarse suelta, sujeta con una cinta en la frente o prendida bajo la barbilla. La influencia andalusí propició la aceptación de tejidos translúcidos y transparentes. El almaizar, una especie de turbante con barboquejo, se distinguía en su versión cristiana por esta banda que se ajustaba al cuello.
Las Crespinas y Cofias: Recogiendo el Cabello con Estilo
La crespina, una redecilla o cofia, era usada por las mujeres para recogerse el cabello, actuando como un adorno. En la Edad Media se le daba el mismo nombre a una redecilla hecha de cabellos. Los hombres también las utilizaron para protegerse del frío e, incluso, los guerreros bajo el casco metálico para evitar rozaduras. La cofia, por su parte, era una toca ajustada al cabello, a menudo usada bajo otros sombreros.
Los Tocados Corniformes y Hennines: Majestuosidad que Desafía al Cielo
A finales de la Edad Media, especialmente en el norte peninsular y el suroeste francés, surgieron los imponentes tocados corniformes. Estas estructuras estaban formadas por varios metros de bandas de lino o lienzo enrolladas sobre armazones de mimbre, o incluso pergamino y cuero, creando lo que parecían «cuernos». Un tocado más alto significaba mayor riqueza y estatus, y se especula que su origen podría estar ligado al Henin flamenco, los tocados «puntiagudos como campanarios» que podían alcanzar hasta un metro y veinte centímetros de altura, de los cuales colgaban largos velos y redes.
Los Materiales que Daban Vida a los Tocados Medievales
La elección del material en un sombrero medieval era tan crucial como su forma, ya que directamente comunicaba el estatus social y la ocasión de uso. Los gremios de sombrereros, boneteros y toqueros se especializaron en el arte de transformar diversos elementos en piezas que adornaban y protegían.
De la Humilde Paja a la Suntuosa Seda: Una Jerarquía de Tejidos y Fieltros
Los sombreros y tocados se confeccionaban con una amplia gama de materiales:
- Lana y Fieltro: Eran los materiales más comunes, especialmente para las clases trabajadoras y para protección contra el frío. El fieltro permitía una gran variedad de formas y fue popular en la fabricación de sombreros.
- Cuero: Utilizado en sombreros de caballeros y personas de alto estatus, ofrecía durabilidad y resistencia.
- Paja y Palma: Ideales para sombreros de verano, ligeros y accesibles, usados principalmente por las clases bajas para protegerse del sol.
- Terciopelo y Seda: Exclusivos de la nobleza y las clases altas, estos materiales, a menudo combinados con bordados, hilos de oro y plata, transformaban un simple tocado en una opulenta declaración de riqueza.
- Lino y Algodón: Utilizados en velos y cofias, especialmente en las tocas más sencillas.
La fabricación de sombreros de fieltro se popularizó, con gremios especializados que mejoraron la calidad y la producción, aunque algunos procesos, como el afieltrado con mercurio, eran peligrosos.
Recreando la Historia: Consejos para Elegir tu Tocado Medieval
Para el recreador histórico, la autenticidad es primordial. Elegir el tocado adecuado es clave para contextualizar tu personaje y época. Aquí te ofrecemos algunas recomendaciones:
- Para Nobles: Opta por sombreros o tocados elaboradamente decorados, con materiales como terciopelo o seda. Los bonetes con adornos sutiles o las cofias bajo sombreros de ala ancha son excelentes opciones para el noble masculino. Para la nobleza femenina, los tocados corniformes o los hennines, aunque imponentes, son representaciones fieles de la moda de la Baja Edad Media.
- Para Mujeres Campesinas: Los velos sencillos, a menudo sobre cofias o gorros similares, son la elección más auténtica. Estos podían variar en estilo según la región. La crespina también es una opción excelente para recoger el cabello de forma modesta.
- Para Eruditos o Clérigos: Los birretes y bonetes rígidos son característicos de estas figuras.
- Para Guerreros: Las crespinas se usaban debajo de los cascos para mayor comodidad y protección.
Recuerda que los autores medievales a veces priorizaban el simbolismo sobre la fidelidad exacta de la vestimenta en sus representaciones, pero la constante es que el tocado era un complemento generalizado en toda la sociedad.
Despejando incógnitas sobre los sombreros en la Edad Media
¿Cuáles eran los materiales más utilizados para fabricar sombreros medievales?
Los materiales más utilizados para fabricar sombreros medievales fueron la lana, el fieltro, el cuero y la paja.
La lana era uno de los materiales más populares, disponible en variantes de pelo corto (raso o pelado) y pelo largo (frisado o vedija). Proporcionaba calor y era transpirable, lo que la hacía especialmente útil para protección contra el frío.
El fieltro también era muy común, frecuentemente cubierto con telas más finas como tafetán o terciopelo para darle un acabado más elegante.
El cuero se utilizaba especialmente en sombreros de caballeros y personas de estatus social más elevado, ofreciendo durabilidad y resistencia.
La paja era empleada principalmente en sombreros de verano, particularmente para las clases más bajas, siendo un material más ligero y accesible.
Otros materiales menos frecuentes incluían el lino, el algodón, el raso y materiales como la palma y el junco.
La elección del material dependía en gran medida del estatus social de quien lo portaba y la disponibilidad de recursos, así como de la función y la estación del año para la que estuviera destinado el sombrero.
¿Cómo variaban los sombreros medievales según la clase social?
Los sombreros medievales variaban según la clase social principalmente en los materiales, la calidad, los colores y la decoración. La nobleza y el clero usaban sombreros elaborados con telas finas como seda o terciopelo, a menudo adornados con hilos de oro y plata, mostrando esplendor y estatus. La burguesía usaba sombreros de estilos similares pero con menos lujo, imitando a la nobleza sin poder usar materiales exclusivos. Los campesinos y clases bajas usaban sombreros y gorros simples, funcionales y hechos de materiales comunes como lana, sin decoraciones ostentosas. Además, existían leyes que regulaban qué tipo de sombrero y materiales podían usar según la clase social para evitar que las personas de menor estatus aparentaran una posición social superior.
¿Qué estilos de sombreros eran populares entre los campesinos?
Los estilos de sombreros populares entre los campesinos suelen ser los sombreros de paja trenzada o sombreros de paja toquilla, también conocidos como sombreros Panamá o jipijapa, caracterizados por ser ligeros, frescos y funcionales para el trabajo al aire libre. Estos sombreros tienen ala y copa mediana y están hechos artesanalmente con fibras naturales como la paja toquilla, muy comunes entre campesinos y vaqueros en las regiones cálidas de América.
En general, los sombreros campesinos tienden a ser de materiales naturales y diseñados para proteger del sol, a menudo con ala ancha para sombra amplia.
¿Cómo influyó la moda medieval en la creación de sombreros?
La moda medieval influyó en la creación de los sombreros al convertirlos en símbolos de estatus social y expresión personal, además de cumplir funciones prácticas como proteger del clima. Los diversos tipos de sombreros y tocados reflejaban la posición social: los nobles usaban sombreros elaborados y adornados, como boinas, capirotes o hennines, mientras que campesinos y artesanos preferían gorros sencillos y funcionales de lana o fieltro. Con el tiempo, estos sombreros se diversificaron en formas y materiales, adaptándose a modas más extravagantes en la Baja Edad Media y evolucionando hacia sombreros de ala ancha y decorados con plumas para la nobleza.
Además, la obligación social, especialmente para las mujeres, de cubrirse la cabeza impulsó la variedad y complejidad de los tocados y sombreros, desde velos hasta sombreros puntiagudos relacionados con la moda gótica. En resumen, la moda medieval creó un amplio abanico de sombreros que combinaban función, símbolos de clase y tendencias de moda, fundamentando muchas de las formas y estilos que perduraron en siglos posteriores.
¿Qué diferencias existían entre los sombreros de caballeros y los de damas?
Las diferencias entre los sombreros de caballeros y los de damas radicaban principalmente en el diseño, la función y la ornamentación. Los sombreros masculinos solían ser más sobrios, con formas prácticas como el sombrero de ala ancha o el tricornio, y se usaban símbolos de estatus social, a menudo con decoraciones moderadas como plumas. En contraste, los sombreros femeninos solían ser más elaborados y ostentosos, con adornos como cintas, flores, plumas y velos; además, tendían a tener formas más variadas y llamativas, como tocados altos o pamelas de ala ancha, reflejando la moda y el estatus social femeninos.
Además, en cuanto al protocolo, los hombres tenían la obligación social de quitarse el sombrero en ciertas situaciones (iglesias, saludar, etc.), mientras que las mujeres podían mantenerlo puesto sin esa normativa estricta, lo que influía también en su uso y exposición.
Los sombreros masculinos eran más funcionales y discretos, con simbolismos vinculados al estatus y profesión, mientras que los femeninos eran más decorativos, variados en forma y orientados a la moda y el esplendor visual.
En la Edad Media, el atuendo de la cabeza era mucho más que una simple prenda: era un código visual que revelaba la identidad de cada individuo. Desde el humilde gorro de lana hasta el majestuoso hennin, cada tocado narraba una historia de estatus, oficio y pertenencia. Para ti, recreador o entusiasta de la historia, adentrarte en el mundo de los sombreros medievales es dominar el arte de la autenticidad, reviviendo un pasado donde cada detalle sobre la cabeza era una declaración de intenciones. Atrévete a explorar estos fascinantes accesorios y completa tu viaje a la Edad Media con la pieza perfecta.
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