La celebración de la Semana Santa en España es algo incomparable con las que puedan verse en otros países. Sus procesiones son espectaculares, llenas de vida, color, exquisitez, devoción, elegancia, arte, cultura y tradición.
La organización de la Semana Santa constituye una de las actividades más importantes y participativas en todos los rincones de España. Todos los lugareños de los sitios más recónditos de España salen a la calle a manifestar su fe o a admirar las procesiones organizadas por las innumerables cofradías.
Las imágenes religiosas de la Pasión de Cristo y de la Virgen María suelen ir acompañadas de los penitentes o nazarenos con sus correspondientes insignias y hermandades.
Miles de participantes penitentes llevan gorros cónicos, llamados capuces, capirotes, capillos o capiruchos. Cada hermandad tiene un color de túnica y un nombre que la diferencia de las demás.
Entre las representaciones más bellas que puedan verse en la Semana Santa, están los espectaculares trajes de los soldados romanos. También los estandartes romanos.
Nunca faltan en las procesiones de Semana Santa los hombres ataviados de preciosos trajes militares de la época romana, con sus cascos y espadas romanas, sus grebas y petos romanos y brazaletes romanos, ropa de época, etc.
Todo ello da un colorido y viveza espectacular a las procesiones de Semana Santa, en la que nos sentimos transportados a la época de la Pasión de Cristo.
Por eso la gran mayoría de las procesiones de Semana Santa han sido declaradas celebraciones de interés turístico internacional a las que acuden no solo los españoles sino también turistas de todo el mundo, dejando cada año un gran aporte económico, turístico y cultural al país.
Vale realmente la pena asistir a las procesiones de Semana Santa y admirar esta celebración que requiere de mucho trabajo, organización y devoción.

Hay muchas formas de descubrir España: disfrutando de sus costas y playas, siguiendo una ruta monumental, recorriendo sus espacios naturales, practicando deportes como el golf, visitando sus bares para degustar las deliciosas tapas, disfrutando de su afamada cocina y, como no, participando en la Semana Santa, ya que en cada zona de España se celebra de manera distinta.
De día y de noche, las calles se convierten en espacios donde se mezclan la música de los tambores, el colorido de las flores y el arte de las esculturas religiosas, creando así una imagen conmovedora.
Las mujeres ataviadas con su traje romano durante las procesiones de semana santa, le dan un colorido y brillo especial a la celebración.