La falcata es el arma ofensiva más genuina de los pueblos Íberos y la más conocida. Un arma poderosa que parece un sable, pero que en realidad es una espada y se usa como tal.
Estas dos piezas son de manufactura más sencilla que la falcata de la ficha siguiente, que seguramente perteneció a un jefe guerrero. Según el MAN (Museo Arqueológico Nacional) esta pieza procede de la Necrópolis de Los Collados, Almedinilla, (Córdoba)
- GUARNICIÓN: de hierro, sin ningún tipo de revestimiento o decoración. Puño con forma de cabeza de ave. La guarda está perdida en ambas piezas, pero seguramente estarían formadas por dos cabezas de animales.
- HOJA: de hierro. Curvas, anchas y planas, que se estrechan en el primer tercio, se ensanchan en el segundo para terminar en punta. Filo en todo el exterior. Acanaladuras en el primer y segundo tercio.
- VAINA: la parte orgánica ha desaparecido en ambas falcatas, pero se conserva el brocal, las abrazaderas y las anillas, estando colocadas en su perfecta posición. Algunas llevaban un pequeño cuchillo junto a la vaina.


Falcatas. Cultura Ibérica (425 a 276 a.C./425 a 276 b.C.)
MUSEO ARQUEOLÓGICO NACIONAL
Fotografías de Ángel Martínez Levas
Autor: Vicente Toledo Momparler (espadólogo)