Destaca en la historia escocesa WILLIAM WALLACE, héroe nacional, proscrito por los ingleses por dar muerte a uno de los suyos. No aceptó el tratado de sumisión a Inglaterra firmado en 1.297 por los nobles escoceses, Wallace capturó diversas fortalezas inglesas y en Septiembre de 1.297 infligió una severa derrota a las tropas inglesas siendo elegido regente.
En 1.298 el rey Eduardo I invade Escocia derrotando a las tropas de Wallace que se ve obligado a ocultarse en Francia, pero regresaría más tarde a su Escocia natal siendo capturado, juzgado por traición y ejecutado.
En el año de Nuestro Señor de 1.314, patriotas escoceses, hambrientos y en inferioridad, atacaron los campos de Bannockburn. Lucharon como poetas guerreros, Lucharon como escoceses. Y ganaron su libertad para siempre.
Viperus Claymore (gran espada en acepción británica) eran espadas cuyo uso precisaba de las dos manos para ser blandidas (montante o espadón), afiladas por las dos vertientes de la hoja, poseedoras de una empuñadura de gran longitud (al menos un cuarto del total del arma), que permitía al usuario sustentarla sin necesidad de forzar las maniobras, ni de asirla por la base de la hoja.
Este mandoble se caracterizaba, por encima de otros detalles, por consistir su guarnición en un arriaz avanzado sobre la hoja, constituido por dos brazos simétricos rematados en volutas ornamentales que forman un vértice triangular, configurando un potente gavilán que posibilitaba a los que las esgrimían, y que no podían protegerse con un escudo, realizar acciones de detención del arma oponente.

Fueron utilizadas y desarrolladas por los highlanders escoceses, a partir de modelos de espada de menor longitud, a las que se les realizaron modificaciones que las adaptasen al uso a doble mano, y finalmente adquiriendo los citados atributos que las hacían óptimas para bloquear los golpes de los enemigos.
En el siglo XIII estas espadas eran blandidas por los escoceses en su particular lucha contra el invasor inglés. Las claymore superaban con facilidad los cuatro pies de longitud (el metro y veinte centímetros) sobrepasando 1,5 Kg de peso.
“Podrán quitar vuestras vidas, pero jamás nos quitaran la LIBERTAD”