Se ignora a qué fue debida la idea aquí representada. Si deseaban un arma singular y distinguida, hay que reconocer que lo consiguieron plenamente. No hay otro caso semejante en nuestra panoplia de machetes de reglamento. Y si para zapadores no fue efectiva, al menos era bonita y espectacular.
Es muy posible que hubiera una intencionalidad en concreto, como pudiera ser un destino en tropas selectas o especiales. Sin embargo, en caso de ser modelo “1822”, poca vida hubo de tener, pues Fernando VII abolió todas las leyes y reglamentos de ese año
- GUARNICIÓN: de latón dorado a excepción de la anilla de seguridad. Está formada por un puño con monterilla simulada y gallones muy apretados, al estilo de las empuñaduras de los sables para Infantería, modelos 1818 y sucesivos. El aro protector es, en realidad, un cilindro o cubo paralelo al puño, con recortes para canales de engarce, con la misión de encajar en la boca de la carabina.
- HOJA: recta, con dos grandes vaceos que la recorren en toda su extensión junto a su bien marcada nervadura central, bigotera corta, lomo plano al interior y filo al exterior.
- VAINA: se supone de cuero con aparejos metálicos.
- INSCRIPCIÓN: 436 (en la empuñadura).



Autor: Vicente Toledo Momparler (espadólogo)