Durante el combate las manos, las muñecas y los brazos de los guerreros eran especialmente vulnerables, por lo que los guanteletes, los guantes, las manoplas, los brazales y los brazaletes jugaron un papel muy importante ya que les ofrecía la protección que necesitaban para seguir luchando. Eran utilizadas por los guerreros griegos, espartanos, vikingos, romanos, templarios, etc. Pero estas protecciones de las manos y brazos se diferenciaban entre si.
Los guanteletes eran la parte de la armadura que protegía las manos, muñecas y antebrazos. Se fabricaban de acero u otro tipo de metal y con articulaciones para lograr una mayor flexibilidad de los dedos.
La manopla, en cambio, no tiene separaciones para los dedos excepto para el pulgar, lo que podría dificultar el uso manual de las espadas o armas contundentes.
Los guantes generalmente se utilizaban por debajo del guantelete para mayor protección, se fabricaban en cuero u otro material resistente.
Los guantes también solían fabricarse en cota de malla, lo que aportaba más protección que uno de cuero.
El brazalete protegía la muñeca y la parte inferior del brazo (hasta el codo) del combatiente medieval. Eran hechos generalmente de cuero.
Mientras que los brazales eran parte de la armadura medieval que cubrían todo el brazo.