En el siglo XVIII, algunos oficiales de infantería utilizaron sables curvos como este, por ser mas útil en el combate que la espada reglamentaria. Especialmente se equiparon con sables a los Granaderos y Cazadores de infantería y se mantuvieron en servicio, desde mediados del siglo XVIII, hasta inclusive la Guerra de la Independencia.

GUARNICIÓN: de simple pero eficaz arquitectura realizada en latón. Se compone de una cazoleta de dos lóbulos y, en el mayor, lleva un escudo bajo corona entre estandartes, cañones y tambores. Aro y un gavilán, monterilla corrida con pequeña perilla y virola estrecha. Puño de madera con grosor decreciente hacia la virola y junquillo de cáñamo cubierto de piel y alambrado con hilo de cobre.
HOJA: curva, ancha y de no mucha longitud. Lomo plano y amplio vaceo que llega hasta la punta. Sin bigotera. Filo en todo el exterior.
VAINA: de suela negra, con brocal y contera de latón dorado.
INSCRIPCIÓN: NO ME SAQUES SIN RASON, NO ME ENBAINES SIN HONOR