Una armadura funcional viene en diversas piezas, como son los gorjales, hombreras, brazales, grebas, petos, escarcelas, manoplas, codales, cotas de malla, guanteletes, verdugos, protección de piernas, cascos, escudos, etc. Cada una de estas piezas debe ser muy resistente y con un acero de calidad insuperable, ya que están fabricadas para prácticas o luchas reales de los deportistas del full contact o combates medievales o por recreacionistas luchadores.
Te expondremos cada una de estas piezas, las cuales podrás adquirir en conjunto o por separado. Comencemos de arriba hacia abajo del cuerpo humano, es decir, desde la cabeza a los pies. Empezamos con la protección de la cabeza con un casco:
Continuamos con la protección del cuello mediante el gorjal:
Seguimos con las hombreras para protección de los hombros:
Ahora la protección de los brazos mediante los brazales:
En esta protección de los brazos no pueden faltar las coderas o codales para proteger los codos:
Y, por supuesto, la protección de las manos con los guanteletes:
Ahora vamos con la protección del tronco, tanto en la espalda como en el pecho, a través del espaldar y los petos o pectorales:
Y para proteger las ingles tenemos las escarcelas:
Lo último, la protección de las piernas con las grebas para proteger las espinillas y tobillos o la parte inferior de la pierna:
Y para proteger la parte superior de la pierna y la rodilla, también existe esa pieza en la armadura funcional:
Los guerreros medievales también solían protegerse debajo de las armadura con cotas de malla de acero, que los salvaban de los cortes de las espadas y de otras armas cortantes y contundentes. Existe el verdugo de cota de malla para ayudar a la protección de la cabeza, el cuello y la boca:
Y la cota de malla que protege el tronco:
También la cota de malla que protege las piernas:
Y no podemos terminar sin mencionar el escudo, potente arma de ataque y de defensa que, aunque no se incorporaba o vestía al cuerpo, sí que protegía al guerrero contra los ataques de su oponente: