Las réplicas de armas de fuego antiguas no son funcionales, pero sí decorativas, especialmente pensadas para los coleccionistas de estas preciosas piezas históricas. Encontramos bellos y variados modelos muy fieles a los originales.

Entre las réplicas de armas de fuego antiguas encontramos cañones y ametralladoras, pistolas, rifles y trabucos, muchos de ellos de la época medieval.

El cañón es una pieza de artillería que usa pólvora para disparar un proyectil. Los cañones varían en calibre, alcance, movilidad, cadencia de tiro, ángulo de disparo, y potencia de fuego; los distintos tipos de cañón combinan y equilibran esos atributos en distintos grados, dependiendo del uso que se le pretende dar en el campo de batalla. Fue usado por primera vez en China.
La ametralladora es un arma de fuego automática diseñada para disparar una gran cantidad de balas a partir de un cargador o una cinta de municiones, que normalmente en un lapso breve y de forma sostenida puede disparar cientos de balas por minuto, debido a su mecanismo de disparo automático, impactando en un determinado campo de tiro. Las ametralladoras generalmente son pesadas, voluminosas y están montadas sobre un afuste. El uso moderno de esta palabra se refiere a las ametralladoras automáticas, que fueron precedidas por las ametralladoras manuales con algunos detalles automáticos.
Una pistola es un arma de fuego corta diseñada para ser apuntada y disparada con una sola mano, aunque no tiene que ser necesariamente usada de ese modo, y que dispara balas a corto alcance. También existe la pistola neumática, que utiliza gas o aire comprimido en vez del gas producido por la combustión de la pólvora; este rara vez se usa para efectuar ataques contra otras personas debido al escaso poder de parada por la relativa baja velocidad de salida con que son disparadas las municiones de bajo calibre, en cambio son mayormente usados para tiro deportivo y caza menor.

El rifle es un término de origen anglosajón con el que se designa genéricamente a cualquier arma larga, como fusiles o carabinas (ya sean de avancarga, de retrocarga, de palanca, de cerrojo, semiautomática o de asalto), que dispone de un cañón cuya ánima está rayada para estabilizar la bala durante el disparo. Realmente, el ánima estriada hace que la bala salga del cañón girando a mucha velocidad sobre sí misma, comportándose como un giróscopo. Se puede producir un efecto giroscópico que evita a la bala desviarse si sopla viento lateral.

El trabuco es un arma de fuego de avancarga, de grueso calibre, con un cañón corto y usualmente acampanado. Es un predecesor de la escopeta, adaptado para servicio militar y defensivo. Durante la Edad Media existió un arma de asedio, también llamada trabuco o, más frecuentemente, fundíbulo o trabuquete, es una clase de catapulta que no tiene nada que ver con el arma de fuego. Consistía básicamente en una enorme palanca que basculaba sobre un punto muy cercano a uno de sus extremos, del que pendía un enorme peso, que, al ser liberado, arrojaba el proyectil alojado en una honda suspendida del otro extremo. Al funcionar con un movimiento suave y progresivo, su estructura no sufría golpes, como le sucedía, por ejemplo, a la catapulta.