Los candeleros son soportes móviles que sirven para sostener velas. Hay muchos candeleros de la época romana pagana y cristiana y también de la Edad Media cristiana del siglo XI hechos de bronce y de hierro forjado a mano.
Existen candeleros de bronce del arte románico del siglo XI al XIII y del arte gótico del siglo XIV al XVI.
Del siglo XI es notable la colección guardada en el tesoro de la catedral de Hildesheim y de la época gótica en España los de los Museos de Vich y Solsona con otros de variadas catedrales. En la Edad Media cristiana se hicieron también candelabros de brazos a imitación del famoso del templo de Salomón y todavía subsiste el de Milán que es del siglo XII.
Los candeleros constan, por lo menos, desde la civilización romana y cuando tienen grandes dimensiones o se ramifican en distintos brazos se denominan candelabros. Se llama candelabro a un candelero con varias ramas, destinado a soportar velas.
Los candelabros usados por los antiguos eran unos pies sobre los cuales se colocaba una o más lámparas destinadas a iluminar una lugar. La forma de los candelabros ha sido muy variada. Unas veces representaban un tronco de árbol con sus ramas, otras veces una pilastra. Se elaboraban también en bronce y en hierro forjado a mano. Algunos candelabros eran de oro y enriquecidos de piedras preciosas.
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